La época estival continúa relacionándose de manera directa con el sol, el mar, la playa, las piscinas y las actividades al aire libre. Todo ello supone que estaremos mas tiempo expuestos a los rayos solares. Por eso, aunque se trate de un verano distinto, no debemos olvidar que la radiación ultravioleta alcanza en esta época del año un índice mas elevado y si a ello unimos que estamos recibiendo una mayor cantidad de radiación solar por reflejo en superficies como el agua y la arena nuestra atención a estos factores deberán ser máximos.
Pero ¿realmente somos conscientes de los problemas que causa el sol en nuestro cuerpo? No solamente la piel es una parte a tener en cuenta, sino la cara, y en particular, los ojos son una de las zonas más delicadas y en la que casi nunca reparamos. Existen numerosos factores como el mayor número de horas de exposición al sol, las horas dedicadas al baño o el tiempo dedicado a tomar el sol que aumentan el riesgo de molestias y en caso de no tomar las medidas protectoras oportunas incuso enfermedades en los ojos. De igual manera, que el sol es beneficioso para nuestra salud puede resultar muy dañino si no tomamos las debidas precauciones.
Por eso, desde la Fundación Salud Visual (Funsavi) queremos ofrecer las siguientes recomendaciones para cuidar nuestra salud visual:
– No aplicar protector solar cerca de los párpados. Para eludir una posible irritación, es muy importante tener cuidado a la hora de esparcir la crema por la cara, para que no entre en contacto directo con nuestros ojos.
– Uso de suero fisiológico. Las altas temperaturas y el aire acondicionado provocan sequedad en el ambiente, lo que conlleva la aparición de la sensación del ojo seco. Para evitarlo, hay dos cosas que podemos hacer, una aumentar la frecuencia de nuestro parpadeo y otra utilizar suero fisiológico, ambas acciones nos ayudarán a prevenirla y eliminaremos la irritación y el enrojecimiento. Asimismo, es fundamental que el aire acondicionado se mantenga a una potencia baja y que lo conectemos durante poco tiempo. Si viajamos en el coche, debemos evitar que el aire nos de directamente en los ojos, teniendo la precaución de ponerlo a una temperatura entre 21 y 26 grados.
– Evitar la exposición al sol de manera continua. Hay tramos horarios donde los rayos solares tiene efectos más dañinos para la salud visual por lo que hay que evitar acudir a la playa entre las 12h y las 16h. Además es importante recordar que la exposición al spl tiene que ser progresiva y por periodos cortos de exposición nunca ser prolongada por lo que es importante alternar los tiempos y permanecer debajo de la sombrilla durante un rato.
– Llevar gafas de sol. No todas las gafas protegen la vista, por eso hay que decantarse por unas de buena calidad, con cristales homologados que protejan al 100% de los rayos ultravioleta.
– No mirar de manera directa al sol. Aunque utilicemos gafas, es fundamental no mirar al sol directamente, ya que podemos sufrir un daño en la retina del ojo daño que, en muchas ocasiones, es irreversible.
– Usar sombrero. Se puede utilizar también una gorra con visera. No se trata de una cuestión de moda, sino que su utilización es obligatoria para proteger la cara y, especialmente, los ojos. Es una manera de evitar la exposición directa ante los rayos solares y librarse del deterioro que ellos pueden producir en nuestra piel y en nuestros ojos
– No utilizar lentes de contacto. No es nada recomendable llevar lentillas cuando se acude a la playa. En el caso de hacerlo, tendremos que estar seguros de que son lentes con filtro para rayos UV de buena calidad y seguir las recomendaciones de nuestro óptico-optometrista de uso en estos casos.
Gracias a estas medidas preventivas será más fácil reducir muchos de los problemas oculares que solemos sufrir en verano. Únicamente hay que prestar atención y no olvidar que todas las partes de nuestro cuerpo son importantes, por lo que debemos atender los cuidados que los ojos requieren, ya que gracias a la vista disfrutamos de los momentos más bonitos de nuestra vida.