
Halloween es una celebración en la que muchos se ponen su mejor disfraz. Sin embargo, en esta cita es muy común la proliferación de lentes cosméticas de fantasía, un producto que permite cambiar el color de los ojos o la forma del iris, imitando la mirada del personaje del cual nos vamos a disfrazar.
Si vamos a usar este tipo de accesorios, debemos tener en cuenta una serie de aspectos y extremar la precaución, ya que muchas de estas lentes se encuentran a la venta en canales no autorizados y carecen de garantías sanitarias. Del mismo modo, se pueden encontrar en establecimientos no autorizados o ilegales.
Por tanto, a pesar de que es un complemento idóneo para hacer más creíble nuestro disfraz, conlleva ciertos riesgos si las utilizamos sin haber consultado previamente con un profesional.
Y es que las lentes cosméticas de fantasía se consideran productos sanitarios, por lo que su manipulación y prescripción corresponden a un óptico-optometrista. Además, estos artículos se deben adaptar a cada paciente y al estado de su visión, evaluando las particularidades de cada ojo para evitar daños o molestias oculares.
Cómo utilizar correctamente las lentes cosméticas de fantasía
Lo primero que debemos hacer es acudir a un establecimiento sanitario de óptica para que sea un profesional óptico-optometrista el que analice y adapte de manera personalizada tus lentes de contacto. Esto es así porque no todos los ojos son iguales y, por ende, tampoco las lentes tienen las mismas medidas. Puede ocurrir que una persona no sea apta para llevarlas.
En cuanto a la higiene, recomendamos lavarse y secarse bien las manos antes de manipularlas. Hay que limpiar las lentes con frecuencia y siguiendo las indicaciones.
Evita adquirirlas en puntos de venta no autorizados y desconfía de aquellas que sean baratas, puesto que pocas veces han pasado los controles adecuados para su empleo y podrían perjudicar seriamente la salud de tus ojos.
La manera correcta de mantener en perfecto estado las lentes es siguiendo las instrucciones e indicaciones de tu óptico-optometrista, quien te facilitará las pautas necesarias para su adecuado mantenimiento.