Si tu plan para los días con bajas temperaturas es quedarte en casa con una manta y viendo series a la carta, puede que este artículo te haga cambiar de idea. Según un estudio realizado en la Universidad de Essex, se afirma que realizar deporte al aire libre con una temperatura inferior a la habitual, proporciona mayores beneficios que hacerlo con temperaturas altas.
Esto ayuda a quemar calorías con facilidad, ya que el cuerpo debe hacer un doble trabajo al intentar mantener el cuerpo con el calor necesario, refuerza notablemente el sistema inmunológico y mejora el rendimiento físico. Todo son ventajas, ¿verdad? Pues no es así.
Como la mayoría de las cosas, también tiene su cara B y puede que no nos gusten tanto como las anteriores. El frío perjudica en gran parte la vista, ya que reseca la membrana mucosa que recurre el globo ocular y la córnea, produciéndonos una sensación de sequedad e irritación. Al mismo tiempo, la lubricación del ojo se ve reducida debido a que las glándulas lacrimales producen menos lágrima.
Pero si los beneficios pesan más que estos últimos datos y te animas a practicar deporte al aire libre incluso cuando las temperaturas no acompañan, desde la Fundación Salud Visual te animamos a seguir estos consejos que pueden ayudarte a reducir los efectos negativos:
Utiliza gafas. Son innumerables las ofertas de lentes para correr que ofrece el mercado. De esta manera, evitarás que el aire frío incida directamente en tus ojos produciendo sequedad. Recomendamos gafas con cristales de sol, que absorban una luz visible al 92% y eliminen al menos el 60% de la radiación infrarroja.
Aplica lágrimas artificiales. Los cambios de temperatura del exterior al interior también afectan a la salud ocular. Si te animas a echar unas carreras al aire libre, recuerda aplicarte lágrimas artificiales para evitar la fatiga ocular y la posible irritación posterior.
Parpadea con frecuencia. Mediante el parpadeo lubricamos el ojo y evitamos que, en el caso de que nos entre algún tipo de partícula, no nos cause lesiones intraoculares.
Incluye frutas y verduras, así como ácidos grasos en tus comidas antes de realizar ejercicio físico al aire libre, ya que ayudan significativamente a paliar el síndrome de ojo seco.
Si vas a realizar deporte en zonas nevadas, utiliza la protección correcta, ya que la nieve refleja los rayos ultravioletas, los cuales pueden dañar nuestra vista.
Si durante el ejercicio notas cansancio ocular, frótate las palmas de las manos para calentarlas bien y cubre los ojos cerrados con las manos ahuecadas. Te aliviará.
Con estas sencillas recomendaciones protegerás tus ojos y disfrutarás del deporte al aire libre. Sin embargo, ante todo y lo más importante es que realices una visita a tu óptico-optometrista de confianza si padeces alguna molestia y someterte a una revisión visual.