Que la llegada de la pandemia ha supuesto un antes y un después en nuestra vida no es ningún secreto. Atrás quedaron las reuniones con amigos, los abrazos y los viajes. Pero sin duda, una de las principales secuelas que nos está dejando la COVID-19 es la integración de elementos sanitarios, que antes no utilizábamos, como parte de nuestro día a día. Geles hidroalcohólicos, toallitas desinfectantes, así como las mascarillas quirúrgicas y de tela se han convertido en nuestros principales aliados en la lucha contra esta pandemia que nos está tocando vivir tanto a los españoles como al resto del mundo.

De estos utensilios mencionados, el más popular es la mascarilla, ya que desgraciadamente su uso se ha vuelto esencial y obligatorio en nuestro país, incluso cuando salimos a practicar deporte al aire libre. Aunque el principal órgano afectado es la piel, debido a los continuos roces, el uso de estas puede llegar a repercutir considerablemente en otros aspectos como la visión para aquellas personas que necesitar usar gafas de forma regular.

Este empañamiento es debido a que la mascarilla dirige la respiración hacia arriba, lo que previene la transmisión del virus, pero dificulta las tareas cotidianas de cualquier persona que necesite este complemento para ver mejor.

Desde la Fundación Salud Visual (Funsavi) queremos daros una serie de consejos para que llevar gafas con mascarilla no se vuelva una misión imposible.

Lava tus gafas con cuidado de no rayar las lentes. Para ello, es recomendable que hables con tu óptico-optometrista, ya que será el profesional encargado de indicarte el mejor mantenimiento. Deja que se sequen al aire o bien con la ayuda de con un paño limpio de microfibra.

Séllala bien. Uno de los trucos más recomendados por los profesionales sanitarios es que “cierres” la mascarilla para impedir que el vaho suba. Esto puede hacerse colocando un trocito de esparadrapo o celofán en el puente de la nariz.

Ajusta bien tu mascarilla, ya que, si está floja o suelta, el aire exhalado saldrá con mayor facilidad. Para un mejor ajuste, utiliza mascarillas con piezas moldeables alrededor de la nariz, como aquellas que cuentan con una tira de metal.

Utiliza antiempañantes. La oferta de este tipo de productos como toallitas o sprays es amplia y los encontrarás con facilidad. Contiene una combinación de compuestos de silicona absorbentes mezclados con etanol, y al igual que ocurre con el jabón, deja una fina capa trasparente que evita el empañamiento.

Si estos consejos no te funcionan, y quieres olvidarle completamente de este molesto problema, evalúa la posibilidad de hacerte con unas gafas antivaho o lentes de contacto. Acude a tu establecimiento sanitario de óptica y deja que el profesional te aconseje. Estará encantado de ayudarte.

En definitiva, las mascarillas han venido para quedarse, pero si las usamos de forma correcta no debe suponer un impedimento en nuestro día a día.

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