En primer lugar, las gafas premontadas no se pueden considerar una solución idónea para la presbicia, porque no son más que unas lentes de aumento que se fabrican con medidas estándar. El resultado es que las lentes actúan simplemente como una lupa, con igual graduación en ambos ojos, ignorando aspectos fundamentales como la visión binocular, el astigmatismo, etcétera.

En segundo lugar, todas las lentes requieren una adaptación previa por parte de un óptico-optometrista. Cada persona presenta unas características morfológicas y anatómicas diferentes, por lo que la mejor solución óptica siempre será individual y personalizada, bien en forma de gafas monofocales, bifocales, ocupacionales o progresivas, o bien mediante lentes de contacto, pero nunca utilizando gafas premontadas.

Por último, dado que la presbicia evoluciona con el tiempo, una determinada solución óptica es válida durante unos dos años. Transcurrido dicho periodo, es conveniente acudir al óptico-optometrista para una nueva revisión.

Uso prolongado y problemas visuales

Las gafas premontadas solo deben utilizarse como gafas de repuesto en caso de emergencia, ya que un uso prolongado hará que los ojos tengan que realizar un esfuerzo extra para compensar todas sus limitaciones ópticas, lo que a la larga acaba afectando a nuestra salud visual.

En el caso de adquirir estos productos, conviene comprobar que en las instrucciones de uso conste claramente la graduación de ambas lentes. Asimismo, las gafas deben llevar la señal de conformidad CE, tanto en el envase como en el prospecto.

¿Cómo funcionan?

  • Medidas estándar: Las gafas premontadas se fabrican con unas medidas estándar de distancia interpupilar y graduación que solo coinciden con un cinco por ciento de la población présbita.
  • Materiales de baja calidad: En la gran mayoría de los casos, las lentes están fabricadas en plástico inyectado y sin ningún tratamiento de superficies ópticas ni control de calidad, por lo que producen una imagen con una gran cantidad de alteraciones.
  • Efectos primáticos: Al estar montadas siguiendo un estándar de distancia interpupilar, el centro óptico de las lentes no coincide con el eje visual de los ojos y el uso continuado induce a diversos efectos prismáticos, que provocan síntomas de incomodidad visual, como mareos, dolores de cabeza y dificultades durante la lectura.

¡TOMA NOTA!
Las gafas pregraduadas solo deben utilizarse como repuesto en caso de emergencia.

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