La fiesta más terrorífica del año tiene lugar a finales del mes de octubre. Halloween es una celebración en la que muchos se ponen su mejor disfraz, al igual que ocurre con otra festividad, el Carnaval. En este tipo de actos es muy común la proliferación de lentes cosméticas de fantasía, un producto que permite cambiar el color de los ojos o la forma del iris, imitando la mirada del personaje que nos queramos disfrazar.

Sin embargo, a pesar del uso normalizado de este material durante estas fechas, debemos tener precaución, ya que muchas lentes se encuentran a la venta incluso sin haber pasado los estrictos controles de calidad, mientras que otras se venden en establecimientos no autorizados o ilegales.


Por tanto, aunque son un complemento perfecto para hacer más creíble nuestro disfraz, conllevan ciertos riesgos si las utilizamos sin haber consultado previamente a un óptico-optometrista de confianza, que es el profesional sanitario encargado de prescribirlas. Solo de esta forma podremos estar seguros de que cuentan con todas las garantías necesarias, por lo que os recomendamos acudir a centros especializados.


El peligro que supone usar lentes cosméticas de fantasía sin autorización

Otro factor a tener en cuenta es que estas lentes se deben adaptar a la salud ocular del paciente y al estado del ojo. Internet, tiendas de disfraces o centros de belleza las ofrecen con unas características estándar, pero que no han sido evaluadas por un especialista, con el peligro que supone usarlas sin control y sin valorar las particularidades de cada ojo.


Por ejemplo, síntomas como la sequedad, el enrojecimiento, irritación o dolor suelen ser muy comunes debido a un uso inadecuado o como consecuencia del material utilizado para la fabricación de la lente. En casos más extremos, se pueden dar casos de conjuntivitis o reacciones alérgicas. Estas manifestaciones se podrían evitar si hacemos un uso adecuado atendiendo a las recomendaciones o indicaciones de un óptico-optometrista.


Cómo utilizar correctamente las lentes de contacto de fantasía


El primer paso, ante todo, es acudir a un establecimiento sanitario de óptica o a tu óptico-optometrista más cercano para que sea un profesional el que analice y adapte de manera personalizada tus lentes de contacto. Esto es así porque no todos los ojos son iguales y, por ende, tampoco las lentes tienen las mismas medidas. Puede ocurrir que una persona no sea apta, ya que no todas pueden llevarlas.


En cuanto a la higiene, recomendamos lavarse y secarse bien las manos antes de manipularlas. Hay que limpiar las lentes con frecuencia y siguiendo las indicaciones. Una buena manera de ayudar a su óptima conservación consiste en frotarlas con los dedos y aclararlas antes de sumergirlas en la solución que le corresponda. No debes limpiarlas con saliva, agua o con cualquier solución que hayas preparado en casa.


Evita adquirirlas en puntos de venta no autorizados y desconfía de aquellas que sean baratas, puesto que pocas veces han pasado los controles adecuados para su empleo y podrían perjudicar seriamente la salud de tus ojos. Recuerda que solo forman parte del disfraz, así que no las uses más de la cuenta, y evita dormir con ellas.


La manera correcta de mantener en perfecto estado las lentes es guardándolas en un portalentes y utilizar las soluciones de mantenimiento indicadas por tu óptico-optometrista, además de cambiar el líquido cuando sea necesario, incluso si no las utilizas diariamente. No caigas en el error de presuponer que la solución salina y las gotas humectantes sirven como desinfectante. Nada más lejos de la realidad.


Otros riesgos derivados del disfraz

Por último, no olvides que tanto en Halloween como en Carnaval tu vista se expone a otros peligros que convendría evitar. El maquillaje y las pelucas pueden arrojar diminutas partículas que entran en contacto con nuestros ojos, por lo que habrá que estar atentos y tener mucho cuidado para que algo así no fastidie un momento de diversión. Para evitarlo, recomendamos ponerse las lentes antes del maquillaje y quitárselas antes de desmaquillarse.


Además, mantener los accesorios de maquillaje limpios es vital para evitar la contaminación con bacterias y hongos peligrosos que puedan provocar una infección en los ojos, así como ser cuidadosos y no frotar los párpados con el algodón o la toallita desmaquillante. No seguir estas indicaciones, así como comprar estos productos en centros no especializados, puede acarrear problemas oftalmológicos. Por tanto, asegúrate antes de que el maquillaje que compras es fresco y avalado por un profesional.

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