Seguramente hayas oído hablar en diversas ocasiones sobre la conjuntivitis y su enrojecimiento ocular. Pero ¿qué es realmente esta patología y cuáles son sus principales causas? Es cierto que uno de los rasgos característicos de la conjuntivitis es el enrojecimiento del ojo, pero no podemos reducirlo únicamente a esto. Podríamos definirla como la inflamación de la conjuntiva, una membrana transparente entre el párpado y el globo ocular. Esta contiene una serie de vasos sanguíneos que se presentan como finas líneas rojas sobre la parte blanca del ojo (esclera) y que, al inflamarse, le aporta este tono rojizo.

En cuanto a los síntomas, sumados a este enrojecimiento, se presentan otros como pueden ser la picazón o la segregación de líquido que forma una costra, especialmente por la noche (lo que puede complicar la apertura de los ojos) o bien un lagrimeo constante.

Aunque puede ser difícil determinar la causa exacta de la conjuntivitis, ya que algunos de los síntomas pueden ser comunes, podemos diferenciar hasta cuatro tipos.

Conjuntivitis viral

La causa de la infección es un virus, como pueden ser los adenovirus o un simple resfriado. Es, probablemente, la más contagiosa, bien por contacto directo o por tos y estornudos. Suele ser la de mayor duración, con alrededor de una o dos semanas y es la responsable de un tercio de todas las conjuntivitis. Usualmente desaparece por sí sola, sin necesidad de tratamiento médico.

Conjuntivitis bacteriana

Al igual que el caso anterior, su capacidad de propagación es alta, especialmente con ciertas bacterias y entornos. Algunos de sus rasgos más comunes pueden ser las secreciones. Un tratamiento efectivo es fundamental para evitar daños oculares.

Conjuntivitis alérgica

Se trata de la reacción del cuerpo a ciertos alérgenos, apareciendo en forma de picazón de nariz o irritación de la garganta. A diferencia de las anteriores, no es contagiosa. Su presencia aumenta sobre todo en primavera, cuando los niveles del polen son altos.

Conjuntivitis por irritación

En este supuesto se produce una inflamación del borde palpebral (blefaritis), y suele estar causada por la presencia de un cuerpo extraño en el ojo o bien por el contacto con sustancias químicas, gases, humo o polvo. El uso de ciertos medicamentos o productos como pinturas, cloro o disolventes pueden derivar en una irritación conjuntival.

Una vez conocemos los tipos de conjuntivitis y sus principales síntomas, es importante delimitar cómo podemos tratarla e incluso prevenirla.

• Utiliza las gafas adecuadas.

• Evita frotarte los ojos.

• No compartir productos cosméticos y evitar su uso su presentamos alguno de los síntomas mencionados.

• Extremar la higiene sobre todo si usamos lentes de contacto.

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