¿Alguna vez has tenido ojos llorosos, te han molestado o picado después de estar un buen rato delante de la pantalla de tu ordenador, smartphone o tablet? Si es así, lo que tienes es fatiga visual, consecuencia de someter tu vista a un esfuerzo excesivo, ya que la musculatura del ojo se encuentra en tensión debido a que tiene que realizar un esfuerzo acomodativo mayor.
Esto es justo lo contrario de lo que ocurre cuando observamos un punto más lejano, donde el músculo ocular se encuentra más relajado y descansado. Por tanto, hacer actividades que centran la atención en objetos y formas cercanos (leer mucho tiempo o ver demasiado la televisión); o cuando se dan cambios acomodativos repentinos y frecuentes, como conducir, ya que hay que estar pendientes de elementos próximos (retrovisores y vehículos que van delante) y alejados (carteles, desvíos, etc.), ponen a prueba nuestra visión hasta límites extremos.
Cómo saber si tenemos fatiga ocular
Aunque los síntomas no se presentan de la misma forma en todas las personas que padecen presbicia o vista cansada, hay algunos signos que nos pueden alertar:
– Molestias. Picor, calor, hinchazón o pinchazos son las muestras más habituales, donde a veces el enrojecimiento posterior se presenta tras frotarnos los ojos para aliviar el escozor.
– Visión borrosa. Es complicado llegar a este extremo, pero a veces algunas personas perciben las imágenes con menor claridad, una borrosidad que se arregla descansando la vista.
– Dolor de cabeza. Suele ser el síntoma más común por el esfuerzo acomodativo, una molestia que se localiza en la zona de los ojos o en la frente.
Consejos de tu óptico-optometrista
Al no tratarse de una patología, retrasar la aparición de la fatiga visual es posible si le damos menos trabajo a nuestros ojos. Por ello, te recomendamos:
– Hacer descansos de varios minutos. Si te encuentras trabajando delante de un ordenador, lo recomendable es hacer paradas de cinco minutos por cada hora, intentando fijar tu mirada en puntos más alejados o realizando una actividad más relajante.
– Buena iluminación. Tienes que trabajar o emprender cualquier tarea que exija mirar una pantalla con una iluminación adecuada. Si hay demasiada o insuficiente luz, será más difícil para tus ojos enfocar los objetos, por lo que tendrán que esforzarse más de la cuenta. Asimismo, evita los reflejos o utiliza gafas polarizadas si frecuentas zonas con mucha claridad.
– Gafas personalizadas. Tu óptico-optometrista es el profesional que puede prescribirte unas gafas personalizadas para tu ordenador en función de los síntomas que presentes.
– Cierra los ojos. En el momento en que percibas que la fatiga ocular es incisiva, opta por cerrar los ojos durante un rato y ábrelos lentamente para que la luz no te moleste.
– Masajea. Una acción bastante útil que consiste en aplicar un leve masaje en los párpados cerrados y en el contorno de los ojos.
La fatiga visual se ha vuelto un problema muy recurrente a raíz de la aparición de los dispositivos digitales. La era digital obliga a nuestros ojos a exponerse ante los efectos dañinos de las pantallas y de los LED, que emiten rayos azul-violeta que podrían dañar las células de la mácula, un tejido sensible que se encuentra en el centro de la retina. Este desgaste, si no se toman las precauciones necesarias, puede derivar con el tiempo en problemas oculares mucho más severos que difícilmente se podrán resolver.