En verano no sólo debemos cuidar nuestra piel frente a la radiación solar, nuestros ojos también necesitan una serie de cuidados para que no salgan perjudicados de esta época del año. Y es que durante estas semanas aumentan los riesgos para la salud visual debido no sólo a los efectos del sol, sino también a los problemas relacionados con los baños en el mar, en ríos, piscinas, lagos, etcétera. Por ello se aconseja seguir una serie de pautas.
Frente a la radiación solar
La mejor medida de prevención es usar en todo momento unas gafas de sol homologadas, con cristales y filtros solares de calidad, y de colores ni muy oscuros ni demasiado claros (los más adecuados son los marrones, grises o verdes). Tu Óptico-Optometrita te indicará cuál es la más adecuada para ti.
En el agua
Se debe evitar el contacto directo de los ojos con el agua de las piscinas porque el cloro es un producto irritante. Para ello se recomienda utilizar unas gafas de natación adecuadas, una ayuda que también nos puede venir bien en el mar.