Ten en cuenta que "las gotas" no son todas iguales. Existen algunas que son medicamentos en sí (como por ejemplo los colirios), mientras que otras no son fármacos (como las lágrimas artificiales). Como es evidente, la forma de aplicación, si se hace de forma correcta o no, puede alterar los efectos de estos productos.

Antes de echar las gotas debes saber…

  • Siempre debes seguir los consejos de tu Óptico-Optometrista.
  • Al abrir el bote de las gotas debes fijarte en una especie de arandela que puede quedar suelta en la base del gotero y, al inclinarla, puede caer sobre los ojos.
  • Si las gotas son farmacológicas debes de contarle a tu especialista si el niño está tomando otro tipo de medicamento o tiene algún tipo de alergia.
  • Lávate siempre las manos.
  • Si necesitas echarle más de una gota de productos distintos espera, al menos, 5 o 10 minutos entre una y otra. Este pequeño gesto evitará que la primera gota sea arrastrada por la segunda.

Cómo hacerlo

  • Sentado o de pie, inclínale la cabeza hacia atrás. Siempre ha de mirar hacia arriba.
  • Con tu dedo índice cógele el párpado inferior hasta que se haga como una especie de bolsita. Siempre de forma suave.
  • Con la mano contraria sujeta el envase y deja una gotita en esa bolsita que hiciste en el paso anterior.
  • Una vez que cae la gota, sigue en la misma posición (con el dedo en el párpado inferior, incluso) y haz que parpadee suavemente.
  • Aparta tu dedo índice y vuelve a cerrarle el párpado suavemente; si cierra con demasiada fuerza, la gota puede salirse.
  • Seca con un pañuelo el posible exceso de líquido que haya quedado fuera del ojo.

Es muy frecuente, especialmente si esas gotas son farmacológicas, que los padres se frustren con este tipo de tratamiento. ¡Nada de eso! Es muy normal que las primeras gotas que eches caigan fuera de los ojos. Una opción, frente a este tipo de inseguridades, es probar con lágrimas artificiales para perfeccionar la técnica.

Por otro lado, si tus manos no consiguen contener los nervios y tiemblan, intenta apoyar la muñeca de la mano que sujeta al gotero sobre la que sujeta el párpado inferior: ¡ganarás estabilidad!

Si tiene conjuntivitis

La conjuntivitis suele ser la afección ocular más frecuente en bebés y niños y suele requerir ese "momento gotas". Pero, ¿qué es? Se trata de una pequeña inflamación de la membrana ocular, es decir, de una capa mucosa que recubre el globo ocular. Además de esa inflamación, los ojos de los pequeños suelen sufrir enrojecimiento, por lo que es normal que sientan:

  • Incomodidad.
  • Cierto dolor leve.
  • Picor al parpadear los ojos.

Normalmente esta conjuntivitis puede ser causada por un virus, bacteria e, incluso, por una reacción alérgica. Otros factores que pueden determinar la aparición de este problema ocular son: polen, humo del tabaco, partículas que se meten en los ojos (como arena o caspa).

De todos los tipos de conjuntivitis, la originada por bacteria o virus es la que más problemas suele dar, ya que es contagiosa. Así, si comienza en un ojo, lo más probable, es que llegue a afectar a los dos ojos en poco tiempo.

¿Cómo saber de forma fácil si es una conjuntivitis por bacteria o virus? Es bastante sencillo. En este tipo uno de los principales síntomas, además, del ojo enrojecido, es el constante lagrimeo y el color típico de esta lágrima (se torna verdosa). Además, suele provocar mucosidad nasal. Sin embargo, la conjuntivitis por virus o alérgica manifiesta pocas secreciones y produce lágrimas claras.

Soluciones

Ante cualquier síntoma de este tipo debes acudir a tu especialista. Será él, el encargado de determinar con exactitud y precisión qué tipo de conjuntivitis padece el pequeño.

En caso de infección, lo más frecuente, es que recete antibióticos o colirios. Puede que también recomiende enjuagar los ojos con suero fisiológico y, para evitar posibles contagios, mantener ciertas medidas de higiene (no compartir toallas o pañuelos, hasta que no cese la conjuntivitis).

RECUERDA QUE…

  • Los colirios son de uso individual, no deben ser compartidos con demás miembros de la misma familia, ni con otras personas.
  • Los colirios tienen fecha de caducidad, compruébala.
  • Debe echar una gota y si hay duda de si ha entrado, aplica otra.
  • Conserva el medicamento en lugar fresco y seco.
  • No prolongues el tratamiento más tiempo del indicado por el tu experto.

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