La información proveniente de la investigación sobre lo que un público objetivo piensa, sabe y hace sobre una preocupación particular de salud conduce al desarrollo de la estrategia de educación para la salud, incluyendo el establecimiento y la naturaleza de la intervención. Los materiales deben ser desarrollados y probados experimentalmente, para asegurar que los mensajes sean interpretados y entendidos correctamente por el público a quien nos dirigimos.
Por todo ello, la evaluación es esencial para la expansión de la promoción de la salud ocular. La evaluación debe proporcionar la información y la retroalimentación para hacer mejoras en las actividades futuras. Si bien el objetivo final es mejorar la salud ocular, es útil incorporar indicadores intermedios, tales como mayor conciencia, cambio de comportamiento, habilidades, autoeficacia, cobertura y calidad de los servicios y adopción de políticas específicas.
Muchos de los principios de la promoción efectiva de la salud ocular surgen de las evaluaciones de la Base de Datos sobre Educación Sanitaria del Reino Unido. Si bien ahora hay una buena gama de ejemplos evaluados para muchos temas de salud, el número de intervenciones publicadas específicamente relacionadas con la promoción de la salud ocular son decepcionantes.
Encontramos brechas notables, como la ausencia de evaluaciones publicadas que consideran el papel de la promoción de la salud para las principales condiciones de ceguera como en cataratas, glaucoma, retinopatía diabética y traumas en los países en desarrollo
Un reto importante es documentar estas experiencias inéditas sobre promoción de la salud visual y ocular para que la base de investigación esté abierta al escrutinio y para que las lecciones aprendidas puedan ser incorporadas en la base a la evidencia para la promoción de la salud ocular.
Fuente: goo.gl/0qP7ur