Ha sido la mosca amarilla Ormia ochracea, capaz de localizar a un grillo cantanado con gran precisión debido a su oído utrasensible, en la que se han inspirado investigadores de la Universidad de Texas en Austin para desarrollar un pequeño dispositivo, de bajo consumo, que podría ser utilizado para diseñar la próxima generación de audífonos.
Este dispositivo incorpora micrófonos hipersensibles inteligentes que pueden centrarse en captar sólo las conversaciones y sonidos que le interesan al usuario. Además, su tamaño es muy similar al del órgano de la audición de la mosca (dos milímetros de ancho) y, por primera vez, se han usado materiales piezoeléctricos, los cuales pueden convertir presión mecánica en señales eléctricas, lo que permite que el dispositivo funcione con poca energía.