Mantener una buena alimentación
Una buena alimentación es imprescindible en el cuidado personal, incluso a la hora de mantener una buena visión. Introducir alimentos ricos en omega-3 y ácidos grasos, además de frutas y verduras, nos ayudará a combatir la sequedad ocular.
Prestar atención a la hidratación ocular
Las temperaturas bajas en exteriores, el uso continuado de calefacciones en interiores, el viento y el uso prolongado de pantallas son condicionantes para una menor hidratación del ojo, y esto puede provocar que se reseque, produciendo picores y molestias. Parpadear de forma activa es la forma más natural para lubricarlo. Esto facilitará la generación de líquido lagrimal y mantendrá hidratada la córnea.
Si el medio natural no fuera suficiente, se puede hacer uso de lágrimas artificiales. Ayuda ante la fatiga ocular y la sequedad ocular. Estas soluciones se pueden comprar sin receta y pueden ser líquida o en gel.
Usa humidificadores en interior
En espacios cerrados la recomendación es no abusar de la calefacción. Al igual que con el frío, con temperaturas extremadamente altas puede verse afectado el sistema visual. Se puede incluir el uso de humidificadores para contrarrestar los efectos negativos.
No frotes los ojos
Al notar picor o sequedad en los ojos tendemos a frotarlos. No es recomendable hacerlo. El viento puede haber introducido alguna partícula en ellos. Prueba a parpadear unos minutos o a mantener los ojos cerrados durante unos segundos. También puedes emplear lágrimas artificiales.
Protege tus ojos con gafas de sol
Es importante el uso de gafas homologadas. No las emplees únicamente cuando vayas a practicar deporte. Se recomienda la utilización de gafas de sol siempre que se vaya al exterior, incluso cuando el tiempo esté nublado. Las gafas actúan como barrera contra el viento, el frío y de los rayos ultravioletas nocivos del sol.
En el caso de realizar actividades en la nieve, es mucho más importante el empleo de gafas reglamentadas y homologadas (ISO y CE) que eviten la incidencia de los rayos de sol sobre el ojo.
Cuida de tus lentes de contacto
Es recomendable que, si tienes lentes de contacto, se continúe extremando el cuidado de estas y el de la higiene, hidratando y desinfectando las lentillas adecuadamente con las soluciones indicadas. Otra opción es el empleo de lentes de contacto diarias desechables, para evitar que las partículas se adhieran al material por rachas de viento.