La también conocida como vista cansada, se desarrolla en personas a partir de los 40 años, afectando al 98 por ciento de los mayores de 65 años. Se trata de un proceso degenerativo natural directamente relacionado con el envejecimiento, por lo que no se puede prevenir. Los síntomas más frecuentes de la presbicia son dificultad para ver bien de cerca, dolores de cabeza y fatiga visual al final de la jornada. Cuando la presbicia aparece, hay que tratarla.