Los estilos de vida propios del siglo XXI han provocado nuevos problemas optométricos que exigen un alto nivel de profesionalidad por parte del óptico-optometrista, el cual se tiene que adaptar a estos fenómenos o anomalías visuales con los que tiene que lidiar casi a diario.

La baja visión, por ejemplo, es una patología que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), supone la disminución de la agudeza visual o del campo visual, lo que incapacita al paciente para la realización de las tareas de la vida diaria.

Sin embargo, la distribución de la baja visión en el mundo no es homogénea y no todo el mundo sufre las mismas patologías. En este sentido, desde la Fundación Salud Visual te detallamos algunas de las afecciones más comunes relacionadas con la aparición de baja visión.

Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)

Es una enfermedad multifactorial muy compleja relacionada con la edad y el tabaco como factores de riesgo demostrados, aunque también se asocia con otros factores genéticos y ambientales, como la obesidad y la diabetes mellitus, entre otros.

Glaucoma

Se trata de una neuropatía óptica progresiva de carácter multifactorial, que produce pérdida progresiva de células ganglionares, provocando una alteración del campo visual y una afectación permanente e irreversible de la función visual.

Miopía

Una anomalía o defecto del ojo que produce una visión borrosa o poco clara de los objetos lejanos. Hay que tener en cuenta que la epidemia de miopía a nivel mundial harás más prevalente la miopía patológica, que produce discapacidad visual en individuos más jóvenes.

Diabetes

No solo porque España es el país con más diabéticos, sino porque además puede provocar retinopatía diabética. El edema macular es la principal causa de pérdida de visión en el paciente diabético.

Más información

Fundación salud visual es miembro de


Patronos Benefactores


La cookie 'Intranet' no existe o no es válida.