Por sorprendente que resulte, la diabetes es una de las principales causas de los problemas oculares más severos en los países desarrollados. En el caso de España, afecta a más de seis millones de españoles (14% de la población, según datos de la Sociedad Española de Diabetes) y, en el peor de los casos, es la principal responsable de la ceguera en la población adulta con edad laboral, por lo que el óptico-optometrista juega un papel importante a la hora de detectar síntomas (borrosidad o pérdida de visión) como consecuencia de la misma.


La diabetes puede definirse como una patología metabólica, aunque también se trata de una enfermedad con etiología vascular, que puede derivar en una complicación ocular provocada por el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina como consecuencia de los altos niveles de azúcar en sangre. Por naturaleza, la diabetes está vinculada a patologías cardiovasculares, insuficiencia renal y amputación de miembros, siendo uno de los problemas sanitarios más silenciosos que existen, ya que el 40% no es consciente de que la padece.

Detectar a tiempo los síntomas de los problemas oculares

Un paciente diabético es propenso a desarrollar retinopatía diabética (RD), una patología que afecta a una de cada tres personas con diabetes mellitus y principal causa de la pérdida de visión en la población adulta. Se caracteriza por un daño progresivo de los tejidos retinianos debido a lesiones y oclusiones de los vasos sanguíneos.

Uno de los mayores problemas que presenta la RD es que resulta complicado detectarla de manera precoz, puesto que no suelen mostrarse síntomas en las fases tempranas de la enfermedad. Ante esta incertidumbre, es conveniente acudir siempre, de manera anual, a un óptico-optometrista para que evalúe el estado actual de nuestros ojos, ya que en una etapa muy avanzada nos podemos encontrar con dificultad para la lectura, borrosidad de la visión central, defectos en el campo visual, moscas volantes o pérdida completa de la visión de forma súbita.

Consejos para prevenir la retinopatía diabética

Vigilar la glucosa en sangre y presión arterial es importante para preservar la salud de nuestros ojos, por lo que es primordial llevar un exhaustivo control y un estilo de vida saludable donde debemos cuidar el peso y la dieta. De hecho, si se mantienen controlados los niveles de azúcar en sangre, podemos retrasar el inicio y el progreso de la pérdida de la visión propia de esta enfermedad.


Sin embargo, por muchas precauciones que tomemos, nunca serán suficientes si no van acompañadas de reconocimientos anuales para que un especialista detecte cualquier señal o anomalía, como la percepción de ondulaciones en vez de líneas rectas en caso de edema macular o pérdida de visión repentina.


Las revisiones del fondo de ojo tienen que ajustarse a las necesidades reales de los pacientes, por lo que sería recomendable hacer una exploración completa. En este sentido, hay dos niveles: para los diabéticos de tipo 1 se recomienda una revisión anual, mientras que para los pacientes de tipo 2 podría llevarse a cabo cada cinco años, ya que la probabilidad de desarrollar la RD es menor.


También conviene mantener niveles saludables de tensión y colesterol, ya que ambos representan un riesgo de enfermedad ocular y pérdida de visión. Por tanto, si consigues controlar estos dos parámetros, protegerás tu visión y salud.


La obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo son malos modos de vida que habrá que eliminar, optando por la práctica del ejercicio, que es positivo para los ojos y, por supuesto, para la diabetes, ya que consigue mantenerte en buena forma y ayuda a controlarla.


Si llegas a padecer algunos síntomas, no dudes en ponerte en contacto con un especialista. La colaboración entre los optometristas y otros profesionales es fundamental en estos casos para un manejo integral de la patología y así evitar complicaciones oculares para que no lleguen a fases severas. Además, la labor del óptico-optometrista es primordial a la hora de animar a los diabéticos a realizar revisiones y aconsejando sobre el tratamiento adecuado.

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