Nuestros ojos han de estar protegidos constantemente, incluso cuando vamos a realizar algún tipo de deporte, ya que nos exponemos a la radiación del sol, a las partículas suspendidas en el aire, al polvo o a los insectos que pululan por el ambiente.

Escoger unas buenas gafas nos ahorrará muchos inconvenientes a la hora de salir a la calle, sobre todo este otoño, en el que, aunque no solemos disfrutar de un sol intenso, siempre resulta nocivo para la visión si no llevamos la protección adecuada.

Por ello, desde la Fundación Salud Visual recomendamos el uso de gafas de sol deportivas que no alteren la calidad de las imágenes ni la visión de los colores, esto es, aquellas lentes que lleven la etiqueta ‘CE’, capaces de eliminar la radiación ultravioleta (UV). Además, dependiendo de cada actividad, las lentes serán de un material, color y tipo totalmente diferentes para adaptarse a condiciones y situaciones variadas.

Ciclismo

Estamos ante una modalidad deportiva muy exigente con el físico y también con la vista, ya que en ocasiones podemos toparnos con condiciones climáticas adversas: lluvia, frío, nieve, niebla…

Montar en bici de manera adecuada solo es posible si haces acopio de unas gafas con cristal polarizado que permitan eliminar los reflejos del asfalto, así como un cristal fotocromático para acomodarse a las condiciones de luminosidad. En este caso, unas gafas de sol con filtro amarillo vienen perfectas para incrementar el contraste de la luz cuando la meteorología es desfavorable.

Podemos probar con unas lentes resistentes para evitar que se fracturen, como consecuencia de las caídas, y que también incorporen un cristal antivaho. Esto ayudará a aumentar tu rendimiento y disfrutar del ciclismo de una forma óptima.

Running

Salir a correr es la manera más fácil y común de hacer ejercicio, pero muchos no tienen en cuenta los peligros a los que se someten por no cubrirse bien los ojos. Las variaciones de las condiciones meteorológicas obligan a que utilicemos artículos de protección ocular polarizados, que además son buenos aliados a la hora de suprimir los reflejos del suelo, así como fotocromáticos, que aclaran y oscurecen lo que vemos en función de las condiciones de luminosidad.

Si te decantas por gafas de este modelo, no olvides adquirirlas a través de tu óptico-optometrista de confianza, ya que es la persona adecuada para recomendarte unas que estén fabricadas con un material ligero y resistente, así como con varillas ajustables de cara a soportar movimientos bruscos o impactos.

Senderismo

Bosques, montañas, senderos… Tal vez seas una de esas personas que tienen la fortuna de vivir cerca de un paraje idílico que le invita a salir a andar y disfrutar del paisaje. Para ello, del mismo modo que precisamos de unas buenas gafas de sol en las zonas más llanas, también son fundamentales en la alta montaña.

Habrá momentos en los que no puedas evitar el sol y la nieve, siendo de utilidad las lentes con una protección mínima de 3, con monturas envolventes en curva, que frenan la radiación ultravioleta y el viento. Igualmente, prueba con artículos ópticos fotocromáticos que se complementan con filtros específicos de color.

Tenis y pádel

Los deportes con balón son muy peligrosos para llevar monturas delicadas. Las gafas tienen que estar bien ajustadas para que no se precipiten mientras jugamos. Otro factor a tener en cuenta es la resistencia, por lo que la solidez de las mismas es muy importante para que no se quiebren con el impacto de la pelota.

Las lentes fotocromáticas son suficientes, y podrás escoger entre las graduadas o sin graduación. Estas características aportan ventajas, ya sea jugar en pistas al aire libre o en cubiertas, pudiendo utilizarlas incluso de noche.

Natación

El agua de las piscinas es peligrosa, ya que si abrimos los ojos mientras nadamos o buceamos, podemos sufrir infecciones o irritaciones. La clave para que no te piquen es escoger unas monturas que sean cómodas a la hora de limpiarlas, aquellas que están fabricadas con sellado de silicona o caucho, es decir, materiales que se adhieren bien a la piel.

En caso de que te decantes por la natación al aire libre, lo aconsejable son unas gafas oscuras con lentes polarizadas, puesto que proporcionan una visión mucho más adecuada y reducen los reflejos del sol en el agua.

Fútbol

El caso del fútbol o el baloncesto es peculiar. Tu óptico-optometrista de confianza es la persona idónea en estos casos en los que lo más conveniente sería usar lentillas antes que gafas, aunque esto no impide que sufras problemas de tolerancia o que las lentes de contacto te resulten incómodas, algo que no sucede con gafas deportivas graduadas.

Por tanto, para los deportes con balón es recomendable gafas flexibles con varillas de goma y que tengan zona de ventilación en la parte superior de la montura, donde los materiales deben ser plásticos con resistencia a los golpes.

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